Llegó el día. La friki entre las frikis ya está en Barcelona, donde esta noche ofrecerá un concierto en el Palau Sant Jordi, con todas las entradas agotadas. Un poquito de talento, mucha polémica, mucho exceso, márqueting y 'es cool ser fan de Lady Gaga' han colocado a esta chica de 23 años, por la que nadie daba un duro, en lo más alto del panorama pop, con todo lo que eso conlleva (veremos dentro de 10 años qué es de su vida). Llegar es difícil, pero mantenerse mucho más.
El show forma parte de su gira europea The Monster Ball Tour, en el que interpretará temas como Poker Face, Telephone o Bad Romance, aclamados hits que han convertido a la excéntrica artista en un icono pop.
Como es habitual, y estando en un mega puente, algunos de sus fans ya esperan en el recinto para ser los primeros en acceder a éste y poder así seguir de cerca a este nuevo concepto de diva (dios, la palabra pierde fuelle). Sus cambios de look serán continuos (monja psicodélica, de negro riguroso y con velo de viuda, etc etc y etc).
Además, se espera que la italoamericana interprete algún tema de su próximo disco, Born this way, que será publicado a principios de 2011. Así, sigue jugando con el cartel de chica rara (Nacida así), atrayendo a todos aquellos y aquellas que se sienten diferentes. Porque lo que antes era un lastre, ahora es algo de lo que presumir. Cuanto más raro, más guay. Es el destacar por el destacar. Hasta ahora, las críticas a las nuevas canciones que ya ha cantado en algunos de sus anteriores conciertos europeos no parecen haber despertado el entusiasmo de la prensa especializada. Sin embargo, Gaga asegura que se trata del mejor trabajo que ha hecho hasta ahora.
Mañana, la crítica del concierto, con setlist incluido.
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