¿Quién tuvo, retuvo? Es lo que se
suele decir y, en el caso de Madonna, se cumple. Tanto para bien como
para mal. A sus 54 años sigue bailando y moviéndose mejor que
muchas de sus compañeras del mundo Pop, incluyendo las recién
llegadas (Katy Perry, Rihanna, etc), pero en directo canta igual de
mal que siempre, igual de mal que muchas de ellas también, todo hay
que decirlo. Últimamente cuesta ir a un concierto en el que la voz
del intérprete destaque entre toda la parafernalia.
Una de las cosas que funcionaron peor
ayer noche en el Sant Jordi fue su voz, algo ya normal, a lo que poco
ayudó el sonido, que era bastante malo y que evitó que en muchas
ocasiones se entendiera algo de lo que cantaba.
La puesta en escena, un dejà vu. Los
que hemos ido a varios conciertos ya tenemos muy vistas según qué
cosas y pedimos un poco más de originalidad. Se nota que la gira se
ha trabajado en pocos meses. Y cansa un poco la relación de Madonna
con la Iglesia y los símbolos eclesiásticos. Esto, en 2012, ya no
provoca ni despierta ninguna controversia.
El setlist, flojo. Algo avergonzada de
su último disco, que no ha sido precisamente un éxito de ventas,
sólo cantó 4 canciones de él, pero tampoco tiró mucho del baúl
de los recuerdos y se estancó en discos más recientes, como Hard
Candy. Tampoco se entendió mucho ciertas versiones de algunos
clásicos, como 'Like I Virgen', a la cual destrozó, mancilló y
vejó por todos los lados. Una cosa es hacer una actualización de un
éxito, algo que a mi no me gusta, pues prefiero el original, y otra
muy distinta escuchar un engendro que ni es versión ni es nada. Mal,
muy mal.
Pero también hubo momentos buenos. En
el plano musical, hubo 4: la intro + la cancion 'Girls gone wild',
'Vogue', 'Express Yourself' y, sobre todo, 'Like I prayer'. En el
plano personal, hubo contacto con el público, muchos de ellos fans
de toda la vida, y físicamente se acercó bastante al público, ya
que el escenario estaba preparado para ello. Dijo 'Hola, Barcelona' y
se despidió. Sí, es lo que debe ser pero en ocasiones ha estado
bastante más fría y distante.
El público de pista lo bailó y
aplaudió casi todo, pero la cruda realidad es que Madonna ya no es
referente en el Pop, es una mal y, lo que es peor, no es de las que
más destaque en la actualidad. ¿Significa esto un punto y aparte en
su carrera? Seguramente no. Pero en el Pop se vive de hits continuos
y en esta nueva época 'madonnil' no los ha habido.