viernes, 26 de noviembre de 2010

Stock, Aitken & Waterman: los reyes de los charts en los 80's

A mediados de los 80 fueron los reyes del pop fácil y pegadizo, con una fórmula de éxito que catapultó a unos cuantos artistas que estaban bajo su cobijo. Aclamados por el público pero denostados por la crítica, muchos de estos artistas se quedaron por el camino aunque quedan sus canciones. 

Un curioso estudio de la Universidad de Birmingham (es muy fuerte) hace un análisis de las composiciones de estos productores, tanto de la letra como de la música, así como del márqueting utilizado, todos ellos aspectos que forjaron un total de 140 hits entre 1984 y 1993.



Breve biografía
Aparecidos a finales de 1984 han sido uno de los equipos de producción más prolíficos y de mayor repercusión en el panorama comercial de la década de los ochenta. Agrupados bajo la compañía Pete Waterman Limited (PWL) abanderaron durante cierto período el estilo denominado Hi-NRG, adoptando elementos del synthpop y del dance electrónico hasta cristalizar en un sonido totalmente propio y de fácil reconocimiento. Ya en su época más tardía se hizo notoria la influencia del house y el eurobeat en sus composiciones, aunque sin caer plenamente en ellos y sin perder su propia base.

El éxito sin precedentes de Stock Aitken y Waterman se debió a una calculada y esmerada línea de producción, desde la captación de nuevos artistas (A&R), pasando por la fase de composición y arreglos, la pulcritud en el proceso de grabación y mezcla y finalmente la campaña de lanzamiento. Al margen de las críticas hacia el círculo del mainstream cabe hacer hincapié en que gran parte del éxito obtenido se fundamenta en la consecución de un estilo muy personal cuya masiva acogida tuvo lugar principalmente en Europa y países de la Commonwealth.

Su legado musical empieza en 1984 con las tempranas producciones a Hazell Dean, Princess, Dead Or Alive y Haywoode, y posteriormente incorporando artistas tales como Mel and Kim, O'Chi Brown, Sinitta o The Three Degrees.

El momento cumbre de su carrera como productores llega entre 1987 y 1991 cuando consiguen colocar a la vez decenas de éxitos musicales en el Top Ten inglés a lo largo de varias semanas consecutivas. De esta época dorada son sus producciones musicales a artistas como Kylie Minogue, Rick Astley, Bananarama, Samantha Fox, Jason Donovan y a leyendas como Donna Summer y Cliff Richard, que ven reverdecer su condición de superventas.

Hacia finales de 1991 Matt Aitken decide abandonar la factoría SAW y son Mike Stock y el propio Pete Waterman los que siguen produciendo bajo el sello PWL hasta finales de 1993. Posteriormente Stock y Aitken se reúnen nuevamente para producir algunos éxitos musicales que más bien pasaron desapercibidos.