Diez años después de que la piratería comenzara a devastar la industria de la música, los dos mayores sellos discográficos del Reino Unido, Universal y Sony Music, han decidido hacer algo y han propuesto que los nuevos singles estén disponibles para la venta el mismo día que se estrenan en las emisoras de radio.
David Joseph, director ejecutivo de Universal Music, dijo: "Esperar no es una palabra en el vocabulario de la generación actual y es obsoleto pensar que se puede construir la demanda de una canción radiándola durante varias semanas en la radio con anticipación".
Normalmente, las canciones han sido utilizadas para recibir airplay hasta seis semanas antes de su puesta en venta, pero el éxito de ventas de los sucesivos ganadores de X-Factor inmediatamente después de la final de Factor X ha hecho que los gurús discográficos se replanteen la situación.
"Lo que hemos encontrado en el antiguo sistema era que la búsqueda de canciones en Google o iTunes se hacía dos semanas antes de que la canción estuviera realmente disponible para comprar, lo que significa que el público se aburría de - o que ya habían pirateado - nuevos singles," agregó Joseph.
Sony, que iniciará esta política de "on the air, on sale" (ya radiada, ya a la venta) el próximo mes, al mismo tiempo que Universal, entiende también que "el viejo enfoque ya no es pertinente en una época donde la gente quiere gratificación instantánea".
Matt Cardle (último ganador de X-Factor), quien firmó con Sony a través de un acuerdo con Simon Cowell, vendió 439.000 copias de su primer single, el cual se puso a la venta nada más acabar el programa de televisión.
Los expertos del sector creen que las ventas instantáneas facilitarán que muchas canciones consigan escalar mejores puestos en las listas de éxito y obtengan mejores ventas, algo parecido a lo que se vio cuando las descargas digitales se unieron a las ventas ordinarias.
En el pasado, el márqueting agresivo de pre-releases ha conseguido situar hits en la máxima posición de la lista en su primera semana de publicación, convirtiendo el top 40 en una sucesión de nuevas entradas de vida corta.
La piratería sigue siendo un problema agobiante para el negocio de la música británica, donde el mercado global ha disminuido en casi un 6% en 2010 y las ventas de discos cayeron un 7%, a pesar del éxito que rodea la reunión de Robbie Williams con Take That y el tinglado impulsado por Simon Cowell con X-Factor.
Aunque la piratería de canciones de la radio es tan antigua como los grabadores de cinta, las discográficas creen que este nuevo movimiento que hacen mostrará que ellos también toman parte en la lucha contra el robo de derechos de autor.
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